viernes, 21 de noviembre de 2008

Rumbo a Tierra Santa

Por fin consegui llegar al puerto de Marsella, donde tuve que arreglarmelas para sobrevivir.
Aunque entendereis que para un culo caliente como el mio eso no me resulto muy dificil.
Encontre hostal en una casa de mendigos donde obtener sexo resultaba muy fácil, a veces debias poner tu culo a la disposicion de algun tipo para que compartiera contigo algo de comida.

En este lugar conoci a Caude Clemont, Claude era un chico como yo que deseaba embarcarse en el primer barco que zarpara.
Cuando lo pille follando encima de la mesa con uno de los capitanes del barco, descubri que Claude habia tenido un viaje tan movidito como el mio.


Ya en el barco, la comida escaseaba y nosotros debiamos ingeniarnolas para conseguir el máximo de alimento posible.
Para mi y para Calude no nos resulto dificil, ya que con unos marineros tan bien dotados, y con tantas ganas de follar, obtener alimento a cambio de sexo era para nosotros un juego de niños.

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