miércoles, 26 de noviembre de 2008

Comienza la subasta

Pocas cosas hay en la vida tan humillantes, como la de ser vendido como si fueras un animal.



Durante la subasta oias todo tipo de obscenidades, mientras multitud de manos te sobaban el cuerpo. No entendia el idioma que hablaban pero si notaba como sus bultos crecian debajo de sus chilabas y notaba como rozaban sus duros paquetes contra nuestros cuerpos desnudos.

Pensar en escapar de alli era una locura, sobretodo si se tiene en cuenta el castigo que te esperaba cuando te capturaran.
Serias vilolado en público y sin ningun tipo de miramientos por las personas mas salvajes de la ciudad, hasta que suplicaras clemencia y prometieras que nunca mas volverias a intentar escaparte.

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