jueves, 20 de noviembre de 2008

Encerrado en la bodega

Gilles y Marcel no estaban dispuestos a dejarme salir de alli, hasta que se hubieran hartado de follarme.
Pero claro, cuando me empezó a meter su enorme pollon por el culo, este no estaba dilatado aun y mis chillidos de dolor se debieron de oir en todo el condado.
Entonces me la sacaron y apoyandome sobre un tonel yo se la chupaba a uno mientras el otro me dilataba el ojete metiendome sus gordos y mugrientos dedos.




Poco a poco mi culo se fue dilatando y entonces me follaron a duo todas las veces que quisieron, me dejaron encerrado alli hasta el dia siguiente en el que volvieron a darme una nueva sesión de sexo.


Logré escapar de alli, cuando el dueño de la bodega entro una tarde y me encontro medio desnudo atado al tonel, le conte mi historia y el me dejo escapar con una condición. Debia demostrarle lo bien que la chupaba, y yo se lo hice muy agradecido.
Cuando acabo de follarme me aconsejo que partiera hacia Marsella donde encontraria algún barco dispuesto a llevarme hasta Tierra Santa.

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