sábado, 22 de noviembre de 2008

Motín a bordo

Antes de entregarnos a los sarracenos nuestros culos debian ser entrenados adecuadamente.
Por eso las violaciones en grupo durante la travesia se sucedian una tras otra.


No podiamos negarnos, ante esa sucesión de pollas duras y listas para la acción, yo estaba atado al palo mayor, mientras recibia uno tras otro los duros palos de aquellos viciosos marineros.

Aprovecharon los dias que duro la travesia para disfrutar plenamente de nuestros cuerpos. Cuando estabamos a punto de llegar a la costa nuestros culos rebosantes de semen estaban listos para recibir a los comerciantes de esclavos. Yo estaba deseando bajarme de aquel barco, pero estaba aterrado pensando en como me iria en mi nueva vida como esclavo.

1 comentario:

  1. adelante amigo, desde Paris de la Francia, consulto todos los dias tu pagina, me encanta Julius
    Un abrado
    ramonsurja

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