lunes, 20 de octubre de 2008

Batalla en el frente

Mi primo sabia bien como abrir un culito. Aquella enorme lanza iba a ser la mayor polla que iba a alojar en mi interior, pero el era un esperto en abrir culitos.
A pesar de mis gemidos y mis suplicas pidiendole que parara el no cejo en su empeño hasta que su enorme espada hubo entrado dentro de mi ojete hasta la empuñadura.
Poco a poco mi culo se fue dilatando y un placer especial empezo a recorrer mi cuerpo.

Mi primo me giro y poniendome a cuatro patas volvio a incrustarme su pollón hasta el fondo.
_ Vamos primito, mueve el culo, haz que me corra.
_ Tienes un culito estrecho y caliente, como a mi me gusta, no como el de mi escudero, que me lo he follado tanto que podria caberle un regimiento entero de soldados en su interior.
Mi primo estaba totalmente desbocado, mientras tanto yo le pedia más y más polla.


Me corri sin nisiquiera tocarme, a la vez que sentia los calientes trallazos de lefa dentro de mi culo.
La enorme tormenta que habia en el exterior ayudo a que nuestros aullidos de placer no se oyeran en todo el castillo.

1 comentario: