Lleve a Jay al callejón que hay detrás de casa para comerle el rabo.
Los dos estábamos muy calientes y acabe tragándome toda su leche.
Jay llevaba una semana fuera y de sus pelotas salió una gran cantidad de leche.
Cuando acabé de limpiársela Jay me ayudo a hacer la pintada. Los dos salimos de allí riendo y cogidos de la mano como dos enamorados.
Los dos estábamos muy calientes y acabe tragándome toda su leche.
Jay llevaba una semana fuera y de sus pelotas salió una gran cantidad de leche.
Cuando acabé de limpiársela Jay me ayudo a hacer la pintada. Los dos salimos de allí riendo y cogidos de la mano como dos enamorados.
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