lunes, 9 de febrero de 2009

Ball Park (XVIII). La cola de las duchas

Fui arrojado al interior de las duchas donde pronto se arremolinaron un monton de pollas duras como una roca a mi alrededor.


Debía salir vivo de allí y la única forma que conocía era mamar esas pollas hasta hacerles que se corrieran dejándoles las pelotas secas, pero las pollas nunca se acababan, ...


El motivo era que Barry se había colocado en la puerta de las duchas y animaba a todo el que pasaba por allí para que entrara a recibir una mamada de una boca caliente como la mía.


Tenia la mandíbula medio desencajada cuando Barry me saco de las duchas para llevarme al vestuario. Iba a follarme y yo lo estaba deseando. Mire a mi alrededor vi como aquellos hombres mientras esperaban a que se la chupara habían empezado a sobarse los rabos unos a otros y a besarse, al final todo acabo en una monumental orgía.

No hay comentarios:

Publicar un comentario