Ball Park (XXVIII). Ramon el Hispano y Ward Morgan

Tren y Ramón acostumbraban a follarse a los chicos en equipo y lo mismo hicieron conmigo, pero mientras se la comía al negro empecé a prestar algo mas de atención a lo que me rodeaba.



En el vestuario acababa de entrar Ward Morgan un camionero que calzaba un pollón como nunca antes había visto.


Cuando me acerque hasta el y le enseñe mi ojete chorreante de semen, y le dije. _ Metemela. El camionero no lo dudo ni un segundo y me ensarto allí mismo mientras alrededor de mi se empezaron a juntar un montón de tipos con la polla tiesa.

MWRS (II). Una visita inesperada

Nuestro protagonista nos relata como se presento en su casa sin avisar un hijo del que llevaba años sin saber nada.






Después de haberlo repudiado durante la infancia ahora que había cumplido los 18 años se presenta en su casa pidiéndole permiso para quedarse.



El padre no se pudo negar y ahí es donde empieza esta caliente historia

Ball Park (XXVII). Conociendo a Trent y sus amigos

El primer tipo al que escogí fue un negro con un paquete prometedor, ...



Me llevo a los vestuarios y acabe comiéndole el rabo allí mismo.


Rodeados de tíos en pelotas alguien se acerco por mi espalda mientras me comía aquella polla de color y pidió su turno.

Ball Park (XXVI). Mi venganza fue terrible

Estaba muy enfadado con Barry por haberme violado, por lo que decidí no follar con el nunca mas. El me mostraba la polla dura en cualquier sitio, riéndose de mi y diciendo: _ Aquí tienes el rabo ven por el, pero yo no acudía, ¡ Estaba furioso con el por lo que me hizo!



Gracias al vídeo tenia un sinfín de pollas donde elegir, todo el mundo quería follarse al chico de la pantalla. Pero yo debía escoger a los mejores candidatos.

MWRS ( I ) . El vicioso de mi hijo

He decidido subiros esta historia, la traducción no es mía pero me parece genial.
Se la dedico a todos aquellos que fantasean o han fantaseado con tirarse a u hijo, eso si siempre que este sea mayor de edad y capaz de decidir por si mismo.



El autor Josman , que creo que es el mejor dibujante de comics.

Ball Park (XXV). Cuando Barry se enteró

Eramos muy descuidados a la hora de follar, y es que Drew me ponía tan caliente que acababa comiéndole el rabo en cualquier lugar...



Cuando uno de los chicos del campamento fue a chivarse a Barry este se puso furioso y decidió darme una lección.

Ball Park (XXIII). Combates en el Ring

Un día mientras le comía el rabo a Greg en su cabina, entro inesperadamente Drew, mi monitor de boxeo. Pero en lugar de irse de allí vi como un enorme bulto crecia debajo de su chándal. acabo pajeándose ante mis ojos, mientras Greg me follaba a saco.


Drew me subió al ring una tarde diciéndome que me iba a enseñar una nueva técnica me metio el pollón en el culo hasta el fondo y me dijo. _Ahora intenta liberarte, cada vez que intentaba escapar sentía su polla cada vez mas dura.

Ball Park (XXII). Las sesiones con Greg se intensifican

Pese a lo mucho que me esforzaba, era un jugador pésimo en el Baloncesto y siempre acababa perdiendo la pelota. Recibía las broncas del entrenador con la cabeza agachada, esperando que se cansara algún día de recriminarme. Pero una tarde después del entrenamiento me pidió que me quedara, ya que debíamos intensificar las sesiones de entrenamiento.



El balón de baloncesto no lo toque aquella tarde pero lo que si pude sentir desde aquel día era lo bien cargadas que se quedaban sus pelotas después del entrenamiento.

Ball Park (XXI). Nunca le des la espalda a un buen bateador

Otro tipo muy peligros del que debías mantenerte alejado si no querías acabar mal era un tal Greg Harris, un ex-entrenador de béisbol que acudía al campamento buscando nuevas promesas.



Greg me hizo llamar a su despacho y cuando entre me puso sobre la mesa con el culo en pompa. Debes aprender a no darle la espalda aun buen bateador me dijo mientras me la clavaba.



Greg también se encargaba de los entrenamientos de baloncesto, pero el tenia una forma muy peculiar de dar clase.

Ball Park (XX). El Carnicero de Chicago

Debías mantenerte atento y mantenerte alejado de algunas personas como Brett Hicks, el carnicero de Chicago y sus enormes consoladores...



Aunque algunos chicos acababan prefiriendo esos enormes consoladores al enorme pollon de Brett que por su enorme grosor los hacia retorcerse de dolor cuando los taladraba.

Ball Park (XIX). Continua la orgia en las duchas

Cuando Barry acabo de follarme fuimos a las duchas para quitarnos los restos de semen reseco de nuestros cuerpos. Y al cabo de unos minutos la polla de Barry ya estaba lista de nuevo para la acción.



Rodeado de tíos con ganas de sexo, a mi no me resulto difícil encontrar un sustituto a Barry después de que este se pusiera a follar con otro tipo delante de mis narices.


En los vestuarios los hombres hacían cola para follarme y es que no siempre se encontraba a alguien con un culo dispuesto para recibir cualquier rabo.

Ball Park (XVIII). La cola de las duchas

Fui arrojado al interior de las duchas donde pronto se arremolinaron un monton de pollas duras como una roca a mi alrededor.


Debía salir vivo de allí y la única forma que conocía era mamar esas pollas hasta hacerles que se corrieran dejándoles las pelotas secas, pero las pollas nunca se acababan, ...


El motivo era que Barry se había colocado en la puerta de las duchas y animaba a todo el que pasaba por allí para que entrara a recibir una mamada de una boca caliente como la mía.


Tenia la mandíbula medio desencajada cuando Barry me saco de las duchas para llevarme al vestuario. Iba a follarme y yo lo estaba deseando. Mire a mi alrededor vi como aquellos hombres mientras esperaban a que se la chupara habían empezado a sobarse los rabos unos a otros y a besarse, al final todo acabo en una monumental orgía.

Ball Park (XVII). Los celos de Barry

Durante el partido los Fans merodeaban por el banquillo deseando dar el mejor trato posible a los jugadores.



Ned necesitaba salir al estadio con las pelotas vacías por lo que debía esmerarme en chuparle en rabo antes de batear.




Hank prefería follarme a una mamada, y lo hacia delante de todo el mundo. Ni siquiera pensaba en las consecuencias de lo que me pasaría si Barry me pillaba follando con otros tipos.


Alguien me había visto y se lo había contado a Barry y este estaba tan furioso que planeo una venganza.

Ball Park (XVI). Comienza la competición

Cuando el campamento estuvo listo los equipos empezaron a llegar y los Fans nos agolpábamos alrededor de los jugadores deseosos de que nos firmaran algún autógrafo. Tanto insistìamos que alguno nos acababa llevando a un lugar apartado para que le diéramos un trato especial y pusiéramos sus herramientas a punto, especialmente sus duros bates.



Rodeado de todos esos tíos fantaseaba en que me encerraban en los vestuarios y no me dejaban salir hasta habérmela clavado uno por uno hasta al fondo. Apenas prestaba atención al partido. Para mi el verdadero espectáculo estaba en el banquillo.



Durante los descansos o mientras algún jugador bateaba los demás aprovechaban para relajarse, y ahí es donde entrabamos nosotros, ...

Ball Park (XV). Cuidado con Hank

A pesar de estar en el paraíso del sexo, no te podías descuidar ya que si te despistabas podías acabar siendo follado a la vez por cinco o seis tíos sin escrúpulos. Así fue como vi por primera vez a Hank, que estaba vigilando de que no apareciera el novio de un chico que estaba siendo follado en un Gang Bang por unos tíos.



Lo que mas despertó mi curiosidad de Hank era que hacia gemir a los tipos a los que se follaba como si les fuera la vida en ello.



Una tarde en el Gimnasio me llamo, ...



Me daba vergüenza que me vieran con el por lo que me metí debajo de la mesa y empecé a ocuparme de su rabo...

Ball Park (XIV). Ned el Carpintero

En el campamento todo era fantástico, tenia a Barry todo el tiempo para mi solito y era alucinante levantarte cada mañana para recibir mi desayuna favorito. ¡ Una buena ración de leche !


El campamento estaba destrozado y debíamos esmerarnos en la reparación para hacerlo mas habitable. Cada uno de los chicos debía colaborar en las tareas de mantenimiento por lo que yo fui asignado el primer día con Ned el carpintero.
Mientras trabájabamos yo no dejaba de mirarle el enorme paquete que se apreciaba debajo del pantalón. El debí de darse cuenta ya que arrinconándome contra la pared me dijo ¿ Quieres ver una buena herramienta?



Después de follarme todo lo que quiso volvimos a la faena, pero a mi me resultaba muy difícil concentrarme teniendo la polla de Ned balanceándose ante mis ojos. Me metí su pollón en la boca y empecé a chuparlo con ganas mientras le sujetaba la escalera.
¡ No tengo ni idea, de como logro mantener el equilibrio sin caerse !

Ball Park (XIII). Rumbo a Pinnesdale

Un Domingo por la tarde Barry vino a casa todo trajeado. Había encontrado un trabajo en un campamento de alto rendimiento para jugadores de la liga profesional de béisbol y había pensado en mi como su ayudante.



Me pagarían muy bien y mi única misión era la de encargarme de ayudar a los deportistas en lo que pudiera. Mis padres estaban encantados con la idea, y me pidieron que les trajera todos los autógrafos de los jugadores que pudiera conseguir. ¡ Lo que no sabían ellos es que los autógrafos me los firmarían uno por uno, como pude comprobar nada mas subir al autobús!


En Pinnesdale apenas había intimidad, nos alojábamos en unos viejos barracones de una Industria que llevaba años cerrada, pero esa falta de intimidad no nos importaba, era súper excitante que te follaran mientras oías los gemidos de otra follada a escasos metros de ti.

Ball Park (XII). Las Inyecciones de mi conserje

Barry y yo necesitamos vernos a diario, y empecé a quedar con el los fines de semana. Mis padres estaban cada vez mas encantados con mi creciente afición con el deporte. Yo también estaba encantado pero con otra cosa, ...

Barry y yo municionábamos como una máquina bien engrasada, solía decirme que su polla era perfecta para mi culo. Yo no tenia ninguna duda de que eso era así...



Un día caí enfermo y deje de ir al Campus durante una semana, yo estaba a cien pero mucho mas caliente estaba el conserje que se acabo presentando una tarde en casa para ponerme una inyección que me curara de mi resfriado.