Todd y yo empezamos a mirarnos con otros ojos desde aquel día, pero en el Campus no nos resultaba muy fácil encontrar un lugar apartado donde tener un nuevo encuentro. Aquello fue una locura, pero decidí aceptar cuando Tod me dijo que fuéramos al cuarto de la caldera allí nadie nos molestaría.
Estábamos como una moto cuando el conserje nos pillo en plena faena, pero no se cabreo, se saco la polla dura como una piedra y empezó a pajearse mientras nos observaba.
El pollón del conserje era digno de alabanzas y Tod no estaba dispuesto a que yo me adueñara de la tranca del conserje, por lo que arrodillándose ante aquel enorme carajo se lo metió en la boca, ...
Aquellos dos no era la primera vez que se lo montaban, iban perfectamente sincronizados y los suspiros de Barry animaban a Tod a seguir chupándosela. Tod paro en el momento justo no quería que el conserje se corriera sin metérsela.
Estábamos como una moto cuando el conserje nos pillo en plena faena, pero no se cabreo, se saco la polla dura como una piedra y empezó a pajearse mientras nos observaba.
El pollón del conserje era digno de alabanzas y Tod no estaba dispuesto a que yo me adueñara de la tranca del conserje, por lo que arrodillándose ante aquel enorme carajo se lo metió en la boca, ...
Aquellos dos no era la primera vez que se lo montaban, iban perfectamente sincronizados y los suspiros de Barry animaban a Tod a seguir chupándosela. Tod paro en el momento justo no quería que el conserje se corriera sin metérsela.
No hay comentarios:
Publicar un comentario