jueves, 11 de diciembre de 2008

Escapar de las tierras de estigia no era fácil

Petar no se cansaba facilmente y de que me di cuenta ya estaba siendo empalado de nuevo con el enorme pollón del estigio.




Yo no podía aguantarlo mas y me entregue a el con ganas descubrí que si movía el culo ritmicamente mientras me follaba, antes se corría y todo acababa ... hasta la siguiente vez que su rabo se endureciera.



Intente escapar de allí, porque añoraba mi casa pero Petar solía atarme antes de salir de casa, poco a poco fui ganando su confianza, hasta que un día me dejo durmiendo sobre un jergón de paja y olvido atarme.




Intente salir de aquel infernal bosque pero no me resulto tan facil.


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