domingo, 7 de diciembre de 2008

Acompañando a Sir Gilbert a Bizancio

Una vez ordenado caballero, pronto empecé a cansarme de la congregación. La isla era muy pequeña y acabe follándome a todo el mundo un montón de veces. Yo estaba acostumbrado a conocer mundo y aquella pequeña isla para mi era una especie de cárcel.



Sir Gilbert me pidió que lo acompañara y yo no dude ni un instante en seguirlo a donde fuera, aunque para ello tuviera que ser follado por el a su antojo todas las veces que le viniera en gana, ... al fin y al cabo, que me follaran así era mi único deseo en aquella aventura.

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