Seguro que alguna vez os habéis preguntado que hacen los mecánicos en el taller, después de cerrar, os los habréis imaginado quitándose el mono lleno de grasa y os habéis puesto tan cachondos que os la habréis machacado fantaseando con esos chulazos.
Pues bien, mentes calenturientas, aquí tenéis una Historia de Joe. Se llama Driveshaft, cuya traducción literal vendría ser el eje de dirección, pero bueno lo dejaré en calientes en el Taller que mola mas.
La historia comienza calentita, pero antes de eso han pasado algunas cosas interesantes, ...
El jefe es un tipo bastante duro, le gusta el trabajo bien hecho y quiere que todo el taller quede bien recogido después de una dura jornada de trabajo.
Los chicos llevan días vageando y cada mañana se encuentra el taller hecho un desastre, por lo que empieza a sospechar que cuando se va a casa los muchachos se entretienen en otras cosas.Esperando encontrarlos emborrachándose el jefe decide espiarlos para ver a que se dedican sus chicos cuando el se va a casa, ...
Mientras se recuperaba el guerrero empezó a presentarse, era un poco ridículo ya que solo se señalaba con el dedo a la vez que decía una y otra vez !Peter!, Yo también me señale y le indique que me llamaba Philip.
Después de las presentaciones empezamos a hacer de nuevo lo que a Peter se le daba tan bien.
Era un esperto chupando pollas y así me lo demostró cuando alzándome con sus potentes brazos se metió mi polla en la boca.
Despues de llegar a Bizancio logré escapar de Sir Gilbert y me adentre en los bosques. Buscaba nuavas aventuras y valla si las encontré cuando me adentre en las tierras de los estigios.
Los estigios eran una tribu salvaje que vivian en los bosques, se alimentaban de animales y de todo lo que le robaban a los que asaltaban en los caminos. Los estigios no solian conformarse con un simple asalto, solian violar salvajemente a los transeuntes aprovechando la inmensidad del bosque.
Cuando aquel enorme semental empezó a follarme supe que por mucho que gritara en aquel inmenso bosque nadie me oiria.
Una vez ordenado caballero, pronto empecé a cansarme de la congregación. La isla era muy pequeña y acabe follándome a todo el mundo un montón de veces. Yo estaba acostumbrado a conocer mundo y aquella pequeña isla para mi era una especie de cárcel.
Sir Gilbert me pidió que lo acompañara y yo no dude ni un instante en seguirlo a donde fuera, aunque para ello tuviera que ser follado por el a su antojo todas las veces que le viniera en gana, ... al fin y al cabo, que me follaran así era mi único deseo en aquella aventura.
Escapamos por fin de aquella ciudad infiel y medio muertos de hambre y frio fuimos rescatados por Sirocco un caballero de la orden del Temple que nos condujo hasta la isla de Malta.
Yo no sabia nada acerca de la orden del Temple, pero despues de estar una semana allí habia olvidado lo mal que lo habia pasado hasta llegar alli, para mi aquello era el paraiso nunca antes habia tenido tantas pollas a mi disposición.
Los Templarios se encargaron de localizar a mis padres y hablaron con ellos. Victor el Maese de la orden, me dijo que entraria a formar parte de la congregación y que podria mantener a Claude como mi escudero, era todo lo que deseaba oir, por lo que me puse feliz como unas catañuelas imaginandome en que consistiria la ceremonia de iniciación.
Sobre todo despues de ver los ritos a los que se sometian algunos miembros de la orden.
Kafur tenia una forma muy peculiar de mantener en orden el Harem.
Alli nadie se atrevia a protestar.
Aunque Kafur estaba castrado eso no le impedia que tuviera sus técnicas para persuadirnos, y esas tecnicas eran muy duras.
Claude se negó a colaborar con Kafur, y este decidio darle su merecido.
Aquello fue demasiado y ayudados por un pescador logramos escapar de la ciudad.
No teniamos dinero para pagarle por lo que tuvimos que hacerlo de la unica manera que sabiamos.