martes, 19 de enero de 2010

HIG (V). La suerte de los marines

Las ocasiones pocas veces se presentan tan bien.



Por lo que los marines deciden aprovecharla.



El novio ajeno a su voluntad se entrega a comerse esos rabos duros y largos.


¿O tal vez no es tan ajeno, a su voluntad y realmente esta disfrutando?

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