miércoles, 27 de enero de 2010

GWT (XVIII). En la mina

Los dos estábamos a tope y teníamos las pollas duras como dos barras de hierro.



Mi tío me agarró con sus brazos mientras poco a poco iba dejando caer mi cuerpo sobre su polla.



Yo iba sintiendo como me ensartaba en aquel falo y gemía como un loco.

Mis gemidos se adentraban en aquella mina abandonada, mientras los relámpagos de la tormenta nos iluminaban de vez en cuando.


Poco nos importo que el fuego se apagara, aquella noche nos la pasamos follando y follando hasta caer completamente extenuados en un profundo sueño.

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