jueves, 3 de septiembre de 2009

MVM (XXXVIII). La picadura de la serpiente

Manuel me tiro encima de la tumbona y empezó a follarme con fuerza.

Su polla se retorcía con facilidad dentro de mi culo haciendo que me estremeciera de placer.



Cuando se corrió llenándome el culo de lefa dejo de hablar aquellas cochinas palabras en mejicano que no entendía pero que tanto me habían calentado.

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