lunes, 30 de marzo de 2009

BBC (V). La experiencia que marcó sus vidas.

Cuando despertaron no había ni rastro de Slava, pero sus vidas ya no volvieron a ser lo mismo.



Cada vez que pensaban en la experiencia sus pollas se ponían duras como una piedra, hasta el punto de tener que masturbarse para bajar la enorme erección.


Tío Otto empezó a ver el sexo con sus hijos de otra manera. Ellos ya eran mayores de edad y tal vez si lograba seducirlos podría experimentar de nuevo los placeres que había experimentado con Slava.


Sentados, medio borrachos y con las pollas empalmadas comenzaron a idear un plan para lograr sus propósitos.

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