Ball Park (XXXII). El Verano se acababa.
La polla de Burt se convirtió en una obsesión para mi, a todas horas necesitaba sentirlo dentro de mi taladrandome el ojete con su rabo.
La ansiedad se apodero de mi a medida que se acercaba el final del campamento. Sabia que cuando volviera a casa ya nada seria igual y debía de aprovecharlo.
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