ïbamos en procesión hacía las cuevas del Dios Príapo y por el camino iba miendo la multitud de estatuas erigidas para ese Dios.
¡Pero yo iba mirando a los lados donde veía a los hombres de la isla listos para follarnos a alguno de nosotros! ...¡Estos si que eran unos auténticos monumentos!
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