sábado, 27 de noviembre de 2010

GST (XXXIII) Río Abajo

Con la luz de la luna Tadeus y yo empezamos a remar río abajo.

Nos quitamos las ropas para evitar que se mojaran y nuestros cuerpos desnudos relucían bajo la luz de la luna.
Cuando me canse de remar me senté en la barcaza y al ver como el pollón de Tadeus se balanceaba ante mis ojos decidí comérmelo, antes de darle tiempo a que llegara a la orilla

1 comentario:

  1. ¿Qué más podía hacer sino comerle la polla? Ay, este desdichado que no comparte: sólo por eso, yo creo que le partirán el culo unas quince veces más antes de que termine la historia.

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