Hasta ahora el único hombre que había visto en pelotas había sido a mi propio padre.
Acostumbraba a bañarse todos los días después de llegar del trabajo y yo solía llevarle el agua caliente para que lo hiciera. Pero a pesar de lo bueno y apetecible que estaba odiaba a mi padre porque siempre estaba hablando mal de régimen.
Acostumbraba a bañarse todos los días después de llegar del trabajo y yo solía llevarle el agua caliente para que lo hiciera. Pero a pesar de lo bueno y apetecible que estaba odiaba a mi padre porque siempre estaba hablando mal de régimen.
No hay comentarios:
Publicar un comentario