Casi sin darse cuenta el joven perdió su bañador y otro tipo que había junto a la barra empezó a follárselo con ganas.
El pobre chaval al estar el chiringuito petao de tíos con la polla dura, se tuvo que resignar a sentarse sobre aquel taburete, con tal mala suerte que estaba ocupado por una de las pollas mas gordas del local.


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