Una mañana no pude resistir mas aquella constante provocación, y me acerque a su cama. Ned estaba profundamente dormido y sus ronquidos me animaron a acercarme su polla a la lengua.
Quería saber si sabía igual que aquella polla del callejón. Su sabor me gusto tanto que empecé a mamársela con ganas, olvidándome de donde y con quién estaba.
Cuando Ned me agarro de la cabeza y empezó a follarme la boca intenté apartarme, pero el no me dejo.
¡Ahora no es momento de rajarse, chico. Tu lo has querido así y hoy tendrás leche para desayunar!
Me dijo mi hermano mientras se corría en mi boca.
Quería saber si sabía igual que aquella polla del callejón. Su sabor me gusto tanto que empecé a mamársela con ganas, olvidándome de donde y con quién estaba.
Cuando Ned me agarro de la cabeza y empezó a follarme la boca intenté apartarme, pero el no me dejo.
¡Ahora no es momento de rajarse, chico. Tu lo has querido así y hoy tendrás leche para desayunar!
Me dijo mi hermano mientras se corría en mi boca.
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