Cuando el monje se largó tenía el culo tan dolorido que apenas podía conciliar el sueño.
Después de maitines la puerta de mi celda se abrió y unos monjes entraron a mi celda. ¡Por lo que me dijeron me iban a aplicar unos aceites que calmarían mi dolor!
¡Lo que mas me sorprendió fue la técnica que iban a utilizar!
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