Mi padre estaba muy enfadado de haberme tenido que ir a buscar a la gaolinera y decidió darme una lección para que se me quitaran las ganas de ir por ahi buscando pollas.
"¡Que nadie diga de mi que no te tengo bien alimentado!" Me dijo mientras me enchufaba su gordo pollón en la boca
No hay comentarios:
Publicar un comentario