Mientras los abogados de mi padre y mi madre se peleaban en el juzgado por obtener mi custodia legal, yo debía de encargarme de satisfacer las ansias de enriquecerse a mi costa que tenían los policias del correcional en el que me encontraba.
Asi fue como fueron trayendo hasta mi celda a todo aquel que estuviera dispuesto a pagar una buena suma de dinero acambio de que yo me ocupara de hacerles pasar una experiencia que no olvidaran nunca.